Enga, me voy a quedar con la que dice "era tan desobediente como el viento de poniente", total, por estas cantidades ;).
La verdad que mirando pa fuera se le pasan a uno hasta las ganas de cantar, pero sí, por los cojones, mientras haya voz se canta y se sigue nadando, like a dory :)
Pasarse un día cojonudo to quisque y sacar fuerzas de donde las haya, que hay que hacer mundo ;)
Recuerdo a mi abuela intentando hacerme entrar a la iglesia.No sé que edad tendría yo pero era pequeña...y recuerdo la mirada espantada de un cura joven con sotana que salía en ese instante al ver cómo ella intentaba arrastrarme y yo me resistía berreando!;)
ResponderEliminarBesos y rosas sai vencejo ***
Ainsss, si bonitas son las ovejitas negras, ni te quiero contar las flores negras, son las más bonitas del universo ;).
ResponderEliminarYo nunca he sido demasiado militante en lo antieclesiástico, es más, en mi tierna infancia hasta quizás roce el monaguillismo :). A estas alturas de la película, el único motivo para entrar en sus locales es que suelen estar fresquitos o algún compromiso mortuorio inevitable, en cualquier caso, mientras no mejoren en el tema de las taberneras (con tetas mu gordas y sonrisa de cielo a ser posible) ni pongan cañas se van a seguir perdiendo un cliente cojonudo.
Besos y abrazos a barrer, sai princesa :), y manojillo de rosas :)